Un poco de nuestra historia
En el año 1977, Hugo Dardo Beitia, junto a su esposa Mirta, inician un nuevo emprendimiento, un pequeño comercio minorista de venta de Forrajes y alimentos Balanceados.
Con el paso de los años y para satisfacer las nuevas demandas y necesidades de un publico cada vez más exigente, se fueron incorporando productos de diferentes rubros, la mayoría relacionados directamente con la producción regional. El local ubicado en Avda. San Juan 1322 fue sufriendo continuas modificaciones.
A pesar de no contar con la presencia de su fundador, fallecido en el año 1999, la empresa siempre se mantuvo en constante crecimiento.
En el año 2001, acompañando el crecimiento de nuestra ciudad, decidimos inaugurar una sucursal en la calle Mendoza 1599, para acercar nuestros productos y servicios a una mayor cantidad de clientes.
A pesar de la crisis reinante en el país, en el año 2002 se encaro un proyecto integral de cambio de imagen que incluyó un nuevo logotipo, nuevo Jingle para publicidades y un renovado eslogan que representa el espíritu de la empresa «BEITIA – Es lo que crece más natural».
En el año 2011, tristemente y a raiz de los vaivenes economicos de nuestro país, se cerró la sucursal de calle Mendoza volviendo a quedar solo nuestro local principal, en calle San Juan 1322.
Más adelante, en el año 2016, nos mudamos de nuestra dirección historica de San Juan 1322, al local ubicado en San Juan 1310, justo al lado. Un espacio renovado, con lugar para exhibición de productos en el patio frontal del local, renovado espacio para la atención al publico y amplios y cómodos depositos que facilitan la carga y descarga de productos.
En el mismo año se renovó nuestro logo, diseño que se mantiene hasta la fecha.
Son muchos y muy variados los motivos por los que Beitia se ha podido consolidar en el mercado local y regional, pero sin dudas algo para destacar es que este desarrollo siempre estuvo supervisado de cerca por sus dueños, manteniendo siempre su formato de empresa familiar, cuidando al cliente y manteniendo un contacto directo con los mismos. Y por sobre todas las cosas conservando todos los valores con los que fue creada y administrada desde sus comienzos, valores que supieron ser reconocidos por toda la comunidad a través del apoyo constante que, como consumidores, continúan brindando al establecimiento.